viernes, 23 de julio de 2010

CIVILIZACIOM INCA


La civilización inca se desarrolló aproximadamente en el siglo XV, basada en la herencia de varias culturas anteriores. Hay evidencias de que una gran civilización urbana, con construcciones inmensas, existió en la costa de lo que hoy es Perú casi 3.000 años antes de Cristo. Esa civilización se trasladó luego a los Andes y de ella se derivaron, posteriormente, otras importantes culturas: Chavín de Huantar, Mochica, Nazca, Chimú, Huari y Tiahuanacu. Para 1470, los incas habían conquistado un vasto territorio y anexado muchas culturas vecinas.
El imperio se llamaba el
Tahuantinsuyo (que significa las cuatro regiones de la tierra), y ocupaba desde lo que hoy es el sur de Colombia hasta el norte de Chile, con unos diez millones de habitantes. La capital imperial era Cuzco (o Cusco), que significa “el ombligo del mundo”(ombligo: navel). La lengua oficial era el runasimi, que significa “lengua general”, también llamada el quechua (quichua en Ecuador). La base de la estructura social era un grupo de familias que trabajaban como comunidad, y se llamaba el ayllú. Un tercio de la cosecha era para el rey (el Inca), otra porción para la religión, y la otra parte se distribuía entre las familias de cada ayllú según sus necesidades.

Una de las bases del éxito imperial incaico fue la eficiente construcción de casi 18.000 millas de caminos y puentes que unían a la capital con las diversas zonas. Los chasquis eran mensajeros cuya misión consistía en llevar órdenes del Inca y noticias a todas las regiones del imperio. Corrían largas distancias y tenían un sistema de relevos en el que se pasaban los quipus, que eran instrumentos compuestos de nudos de distintos colores y formas para llevar la contabilidad y conservar la memoria de las noticias. El amauta (sabio) tenía la misión de conservar y presentar la tradición histórica del imperio en días especiales.

Las dos divinidades importantes eran el Inti o Viracocha (el sol), que fertilizaba con sus rayos a su esposa Pacha Mama (la tierra). Un saludo cotidiano de los incas, que revela su código ético, era: “Ama sua, ama lluclla, ama quella”, que significa “no robes, no mientas, no seas perezoso". Algunos años antes de que llegaran los europeos en 1532, el último emperador, llamado Huayna Cápac, había muerto sin designar a un sucesor. Por eso, sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa, gobernaban cada uno la mitad del imperio, y estaban en guerra para unificar otra vez el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa había vencido a su hermano y se disponía a proclamarse monarca único cuando llegaron Pizarro y sus soldados españoles.

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