En el ámbito artístico la civilización inca mostró un gran desarrollo. Crearon hermosos templos muy trabajados ya que la religión formaba un gran porcentaje en la vida del inca. También realizaron ostentosos palacios y grandes fortalezas estratégicamente emplazadas, como Machu Picchu. Las obras publicas cambien tuvieron su adelanto ya que, además del sistema de caminos empedrados, también construyeron grandes puentes colgantes, canales para regadío y de acueductos para permitir una optima explotación terrenal.
viernes, 23 de julio de 2010
LEGADO HISTORICO DE LOS AZTECAS
Sus manifestaciones artística (1250-1521 d.C.) se encuentran entre las más importantes de Mesoamérica antes de la llegada de los europeos. El término azteca, junto con los de mexica y tenochca, se utiliza hoy día para designar a los siete pueblos que llegaron al valle de México procedentes de Aztlán, lugar mítico situado al norte de Mesoamérica.
El arte azteca es un lenguaje utilizado por la sociedad para transmitir su visión del mundo, reforzando su propia identidad frente a la de las culturas foráneas. De marcado componente político-religioso, el arte azteca se expresa a través de la música y la literatura, pero también de la arquitectura y la escultura, valiéndose para ello de soportes tan variados como los instrumentos musicales, la piedra, la cerámica, el papel o las plumas. Lo primero que llama la atención es la asimilación azteca de las tradiciones artísticas anteriores y la impronta personal que otorgaron a sus manifestaciones.
El arte azteca es violento y rudo pero deja entrever una complejidad intelectual y una sensibilidad que nos hablan de su enorme riqueza simbólica.
En cuanto al desarrollo científico, el pueblo azteca destacó en medicina y farmacopea; es de suponer que una cultura tan vinculada a las prácticas guerreras contase con eficaces curas para los traumatismos. También destacaron en la astronomía, la base de su calendario, herencia de la cultura maya. Emplearon el calendario de 365 días y el de 260, utilizando además, la «rueda calendárica» de 52 años. . Los aztecas tenían una concepción cíclica del tiempo, por lo cual consideraban que se podía predecir, de ahí la importancia de la observación astronómica y del calendario. La observación de los astros fue tan importante que esta prestigiosa tarea fue una obligación del Huey Tlatoani.
LEGADO HISTORICO DE LOS MAYAS
Sus mayores avances fueron su sistema matemático que incluía un dígito equivalente al cero estaba ligado a un sistema religioso y también a observaciones.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Otro avance fue la escritura estos pueblos desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales. Los registros también se realizaban en códices de papel amate (corteza de árbol) y pergaminos de piel de animales.
Tanto en el aspecto científico como en el artístico, los mayas de las tierras bajas elevaron a altísimo nivel de perfección estos elementos, algunos de ellos adquiridos cuando no pasaban de un estado incipiente de desarrollo, la escritura por ejemplo.
Entre los mayas, la cronología se determinaba mediante un complejo sistema calendárico. El año comenzaba cuando el Sol cruzaba el cenit el 16 de julio y tenía 365 días; 364 de ellos estaban agrupados en 28 semanas de 13 días cada una, y el año nuevo comenzaba el día 365. Además, 360 días del año se repartían en 18 meses de 20 días cada uno. Las semanas y los meses transcurrían de forma secuencial e independiente entre sí. Sin embargo, comenzaban siempre el mismo día, esto es, una vez cada 260 días, cifra múltiplo tanto de 13 (para la semana) como de 20 (para el mes). El calendario maya, aunque muy complejo, era el más exacto de los conocidos hasta la aparición del calendario gregoriano en el siglo XVI.
Otro avance fue la escritura estos pueblos desarrollaron un método de notación jeroglífica y registraron su mitología, historia y rituales en inscripciones grabadas y pintadas en estelas (bloques o pilares de piedra), en los dinteles y escalinatas y en otros restos monumentales. Los registros también se realizaban en códices de papel amate (corteza de árbol) y pergaminos de piel de animales.
Tanto en el aspecto científico como en el artístico, los mayas de las tierras bajas elevaron a altísimo nivel de perfección estos elementos, algunos de ellos adquiridos cuando no pasaban de un estado incipiente de desarrollo, la escritura por ejemplo.
CIVILIZACION AZTECA
La cultura Azteca, a diferencia de las demás civilizaciones de Mesoamérica, iniciaron algo tarde su ascenso cultural, probablemente hacia el año 1325 ad. de C., cuando se establecieron en el Lago de Texcoco, en el cual iniciaron la construcción de la ciudad de Tenochtitlán, hoy ciudad de México. Los Aztecas habían sido una tribu guerrera y nómada de cazadores y recolectores, proveniente de la región semiárida del norte de México. En los siglos siguientes y hasta la llegada de los españoles, dominaron a los pueblos vecinos y construyeron un vasto imperio.
Los Aztecas eran agricultores que distribuyeron la ciudad de Tenochtitlán en 20 clanes o calpullis que agrupaban a las familias en los 4 barrios de la ciudad. Cada capulli era relativamente autónomo de los otros, tenía sus propios símbolos sagrados, fiestas y tierras exclusivas para la producción, con las que cubría los gastos del templo. También tenía tierras para cubrir los gastos del palacio y de los sacerdotes, tierras de los jueces, tierras para los gastos de guerras, y las tierras privadas de los "nobles" y hombres ilustres, arrebatadas a los pueblos conquistados.
VIDA SOCIAL Y CULTURA
Los aztecas fueron los que tuvieron una marcada estratificación social piramidal. En la cúspide se encontraban los señores "nobles" e ilustres junto con los sacerdotes, seguidos de los guerreros y los mercaderes. En la base de la pirámide social se encontraban los labradores que usufructuaban la tierra en forma comunal, y los esclavos por deuda, como pena impuesta por un delito o por haber sido prisionero de guerra.
CREENCIAS RELIGIOSAS
Los aztecas provocaban las llamadas guerras floridas, para lograr prisioneros de guerra que eran ofrecidos a los dioses, creyendo que la sangre de los sacrificios daban fuerza al Sol, para seguir su camino en la noche y aparecer de nuevo en el horizonte.
Los Aztecas eran agricultores que distribuyeron la ciudad de Tenochtitlán en 20 clanes o calpullis que agrupaban a las familias en los 4 barrios de la ciudad. Cada capulli era relativamente autónomo de los otros, tenía sus propios símbolos sagrados, fiestas y tierras exclusivas para la producción, con las que cubría los gastos del templo. También tenía tierras para cubrir los gastos del palacio y de los sacerdotes, tierras de los jueces, tierras para los gastos de guerras, y las tierras privadas de los "nobles" y hombres ilustres, arrebatadas a los pueblos conquistados.
VIDA SOCIAL Y CULTURA
Los aztecas fueron los que tuvieron una marcada estratificación social piramidal. En la cúspide se encontraban los señores "nobles" e ilustres junto con los sacerdotes, seguidos de los guerreros y los mercaderes. En la base de la pirámide social se encontraban los labradores que usufructuaban la tierra en forma comunal, y los esclavos por deuda, como pena impuesta por un delito o por haber sido prisionero de guerra.
CREENCIAS RELIGIOSAS
Los aztecas provocaban las llamadas guerras floridas, para lograr prisioneros de guerra que eran ofrecidos a los dioses, creyendo que la sangre de los sacrificios daban fuerza al Sol, para seguir su camino en la noche y aparecer de nuevo en el horizonte.
CIVILIZACIOM INCA
La civilización inca se desarrolló aproximadamente en el siglo XV, basada en la herencia de varias culturas anteriores. Hay evidencias de que una gran civilización urbana, con construcciones inmensas, existió en la costa de lo que hoy es Perú casi 3.000 años antes de Cristo. Esa civilización se trasladó luego a los Andes y de ella se derivaron, posteriormente, otras importantes culturas: Chavín de Huantar, Mochica, Nazca, Chimú, Huari y Tiahuanacu. Para 1470, los incas habían conquistado un vasto territorio y anexado muchas culturas vecinas.
El imperio se llamaba el Tahuantinsuyo (que significa las cuatro regiones de la tierra), y ocupaba desde lo que hoy es el sur de Colombia hasta el norte de Chile, con unos diez millones de habitantes. La capital imperial era Cuzco (o Cusco), que significa “el ombligo del mundo”(ombligo: navel). La lengua oficial era el runasimi, que significa “lengua general”, también llamada el quechua (quichua en Ecuador). La base de la estructura social era un grupo de familias que trabajaban como comunidad, y se llamaba el ayllú. Un tercio de la cosecha era para el rey (el Inca), otra porción para la religión, y la otra parte se distribuía entre las familias de cada ayllú según sus necesidades.
Una de las bases del éxito imperial incaico fue la eficiente construcción de casi 18.000 millas de caminos y puentes que unían a la capital con las diversas zonas. Los chasquis eran mensajeros cuya misión consistía en llevar órdenes del Inca y noticias a todas las regiones del imperio. Corrían largas distancias y tenían un sistema de relevos en el que se pasaban los quipus, que eran instrumentos compuestos de nudos de distintos colores y formas para llevar la contabilidad y conservar la memoria de las noticias. El amauta (sabio) tenía la misión de conservar y presentar la tradición histórica del imperio en días especiales.
Las dos divinidades importantes eran el Inti o Viracocha (el sol), que fertilizaba con sus rayos a su esposa Pacha Mama (la tierra). Un saludo cotidiano de los incas, que revela su código ético, era: “Ama sua, ama lluclla, ama quella”, que significa “no robes, no mientas, no seas perezoso". Algunos años antes de que llegaran los europeos en 1532, el último emperador, llamado Huayna Cápac, había muerto sin designar a un sucesor. Por eso, sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa, gobernaban cada uno la mitad del imperio, y estaban en guerra para unificar otra vez el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa había vencido a su hermano y se disponía a proclamarse monarca único cuando llegaron Pizarro y sus soldados españoles.
El imperio se llamaba el Tahuantinsuyo (que significa las cuatro regiones de la tierra), y ocupaba desde lo que hoy es el sur de Colombia hasta el norte de Chile, con unos diez millones de habitantes. La capital imperial era Cuzco (o Cusco), que significa “el ombligo del mundo”(ombligo: navel). La lengua oficial era el runasimi, que significa “lengua general”, también llamada el quechua (quichua en Ecuador). La base de la estructura social era un grupo de familias que trabajaban como comunidad, y se llamaba el ayllú. Un tercio de la cosecha era para el rey (el Inca), otra porción para la religión, y la otra parte se distribuía entre las familias de cada ayllú según sus necesidades.
Una de las bases del éxito imperial incaico fue la eficiente construcción de casi 18.000 millas de caminos y puentes que unían a la capital con las diversas zonas. Los chasquis eran mensajeros cuya misión consistía en llevar órdenes del Inca y noticias a todas las regiones del imperio. Corrían largas distancias y tenían un sistema de relevos en el que se pasaban los quipus, que eran instrumentos compuestos de nudos de distintos colores y formas para llevar la contabilidad y conservar la memoria de las noticias. El amauta (sabio) tenía la misión de conservar y presentar la tradición histórica del imperio en días especiales.
Las dos divinidades importantes eran el Inti o Viracocha (el sol), que fertilizaba con sus rayos a su esposa Pacha Mama (la tierra). Un saludo cotidiano de los incas, que revela su código ético, era: “Ama sua, ama lluclla, ama quella”, que significa “no robes, no mientas, no seas perezoso". Algunos años antes de que llegaran los europeos en 1532, el último emperador, llamado Huayna Cápac, había muerto sin designar a un sucesor. Por eso, sus dos hijos, Huáscar y Atahualpa, gobernaban cada uno la mitad del imperio, y estaban en guerra para unificar otra vez el Tahuantinsuyo. Finalmente Atahualpa había vencido a su hermano y se disponía a proclamarse monarca único cuando llegaron Pizarro y sus soldados españoles.
CALENDARIO, ESCRITURA Y ASTRONOMIA MAYA
La cultura maya tuvo dos periodos de expansión. Inicialmente, entre los siglos IV a IX, habitaron zonas de lo que hoy es Honduras y Guatemala, y se unieron a la cultura quiché, que vivía en las montañas de Guatemala. En su segunda era, entre los siglos IX y XIV, el epicentro maya estaba en la península de Yucatán, al sur de lo que hoy es México. Cuando los españoles llegaron a principios del siglo XVI, las ciudades mayas ya estaban abandonadas, y la mayoría de la población vivía en zonas rurales.
Es célebre el calendario maya, uno de los más precisos de aquellos días, dividido en 18 periodos de 20 días y un periodo adicional de 5 días de mala suerte que se llamaba Uayeb (“sin nombre ”): 18x20=360+5=365 días. También existía un calendario sagrado (Tzolkin) de doscientos sesenta días que incluía el cálculo exacto del año solar, de los eclipses, y de los ciclos de planetas y estrellas. El sistema matemático era también muy complejo, basado en 20 símbolos (así como el sistema occidental tiene diez números) que incluían el cero.
Además de la astronomía y las matemáticas, la arquitectura maya contiene las pirámides más perfectas de las Américas. Las plazas y las columnatas, formadas por columnas cuadradas o redondas, eran esculpidas en bajorrelieve. Las ruinas de los centros religiosos de Chichén-Itzá y Palenque (México), Tikal (Guatemala) y Copán (Honduras) son testimonios elocuentes de esta admirable arquitectura monumental.
La escritura era jeroglífica y se ha coleccionado en códices (old manuscripts), aunque también aparecía en elaborados murales. Dos famosos textos fueron recopilados durante la colonia española en Mesoamérica, con valiosos datos sobre la visión del mundo y la historia mayas: el Popol Vuh ("libro de la comunidad" en lengua quiché), texto sagrado que narra el origen del ser humano, hecho de maíz; y el Chilam Balam, libro sobre la mitología, las profecías y los eventos sobresalientes.
En el Valle Central de México, alrededor del lago Texcoco, llegaron desde el siglo XIII un grupo de culturas que hablaban diferentes variantes del idioma náhuatl, y por eso se pueden nombrar genéricamente como los nahuas. Según sus leyendas, venían de la cultura tolteca (que significa artista o artesano) y, a mediados del siglo XII, los chichimecas (palabra que connotaba “bárbaro” o “salvaje”) invadieron desde el norte, sin imponer sus propias creencias.
En efecto, los mexicas (a menudo llamados aztecas) venían de una región norteña llamada Aztlán (en lo que hoy es parte de EE.UU.), fundaron su capital en el centro de un lago porque allí, según cuenta la leyenda, encontraron la señal indicada por los dioses: un águila y una serpiente luchando sobre un nopal. La ciudad, fundada hacia 1325, se llamó Tenochtitlán, y para 1428 formó una triple alianza con otras dos ciudades –Texcoco y Tlacopán–, consolidando lo que ahora llamamos el gran imperio azteca. Para 1519, cuando llegaron los españoles, Tenochtitlán era una de las urbes más imponentes del mundo, con cerca de 250.000 habitantes. Situada estratégicamente en una isla en el lago de Texcoco, la capital se conectaba con la tierra firme por medio de una serie de puentes, los cuales permitían una defensa y control más eficientes para un imperio que tenía guerras frecuentes. De la cultura azteca se conservan varios de sus códices y poemas, así como numerosas palabras que hoy son parte del español (chocolate y tomate, entre muchas). La base de la alimentación era el maíz, domesticaron animales como el perro y el pavo (guajolote). Como la agricultura era una actividad central, un propietario perdía su derecho a la tierra si dejaba de cultivarla durante dos años consecutivos.
Entre los jóvenes nobles mesoamericanos era común el juego de pelota (ollama), que también tenía un carácter ritual. Se jugaba con una bola del tamaño de un balón de fútbol, hecha de hule (caucho). El campo tenía la forma de una T doble o una H, que demarcaba los territorios para los dos equipos por medio de una línea central. El juego consistía en impulsar la pelota y pasarla por un aro en el campo contrario sin que tocara la tierra del campo propio, pero no se podía usar ni las manos ni los pies. Por eso, los jugadores usaban protectores de piel en las partes más vulnerables del cuerpo, tales como los genitales, las caderas, las rodillas y la cabeza. Entre los aztecas, el campo se llamaba el tlachtli.
CIVILIZACION MAYA
Las culturas indígenas que han recibido más atención en Occidente son las de los mayas, los aztecas (o mexicas) y los incas, porque las tres civilizaciones eran imperiales, urbanas y tenían alguna forma de escritura o de registro histórico. Además, las tres han tenido una particular significación en la construcción de las identidades nacionales de varios países latinoamericanos, especialmente México, Guatemala, Perú y Ecuador.
La civilización que los mexicas llamaban Olmeca, una de las más antiguas de América, se desarrolló en la costa del Golfo de México aproximadamente entre los años 1200 y 400 antes de Cristo, y se extendió hasta el Valle Central de México, Guatemala y El Salvador. La astronomía, arquitectura y arte de esta antigua cultura influyeron tanto a los mayas como a los aztecas. De los olmecas son famosas las monumentales esculturas de cabezas en piedra, las pequeñas esculturas en piedra y en jade azuloso, la escritura jeroglífica, y los sistemas de irrigación que atravesaban las ciudades y sostenían la producción agrícola. El juego de la pelota y el culto al jaguar-niño eran dos de las características simbólicas de esta antigua civilización.
Posteriormente, entre los años 200 a.C. y 500 d.C. se desarrolló en el Valle Central una cultura cuya ciudad principal fue Teotihuacán. De ella se conservan sus pirámides del Sol y de la Luna y el célebre templo a Quetzalcoatl (la serpiente emplumada, llamado Kukulkán o Gukumatz entre los mayas, un importante dios-héroe de las culturas mesoamericanas).
viernes, 9 de julio de 2010
CALENDARIO-ASTRONOMIA
Desarrollaron un calendario muy preciso, con un año de 365 días. El año solar (haab) tenía 18 meses de 20 días cada uno y otro más de sólo cinco días. Los nombres de los meses eran: Pop, Uo, Zip, Zotz, Tzec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Moan, Pax, Kayab, Cumbu y Uayeb.
Desarrollaron un calendario muy preciso, con un año de 365 días. El año solar (haab) tenía 18 meses de 20 días cada uno y otro más de sólo cinco días. Los nombres de los meses eran: Pop, Uo, Zip, Zotz, Tzec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Moan, Pax, Kayab, Cumbu y Uayeb.
MATEMATICAS
Utilizaban un sistema de numeración vigesimal posicional. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas. El punto tiene un valor numérico de 1 y la raya de 5. Así podían contar hasta 19. Para hacer números mayores (igual que nosotros para hacer números mayores de 9) tenían que colocar esos signos en determinadas posiciones. Al ser un sistema vigesimal, o sea, que considera el 20 como unidad básica para la cuenta, cada espacio que se avanza en el número representa 20 veces más que el espacio anterior. Esto se entiende mejor si lo comparamos con el sistema que usamos nosotros.El nuestro es un sistema decimal, o sea, que nuestra únidad básica de cuenta es el 10. Tenemos, por tanto, signos numéricos para contar del hasta 9. Si queremos contar más allá necesitamos jugar con las posiciones y colocar al menos dos signos numéricos, uno en primera posición y otro en segunda. La primera posición son las unidades y la segunda, como es un sistema decimal, representa 10 veces más que la primera, esto es las decenas. Así veinticinco nosotros lo escribimos 25 5 de unidades más 2 de unidades por 10 (2x10=20).Un maya haría lo siguiente. € ______ La raya ocupa la primera posición, que son unidades, y por tanto es 5. El punto ocupa la segunda posición que significa 20 veces más de las unidades. Por tanto un punto en segunda posición vale 20 (y dos puntos valdrían 40).
Utilizaban un sistema de numeración vigesimal posicional. También tenían un signo para representar el cero, y así poder realizar operaciones matemáticas complejas. El punto tiene un valor numérico de 1 y la raya de 5. Así podían contar hasta 19. Para hacer números mayores (igual que nosotros para hacer números mayores de 9) tenían que colocar esos signos en determinadas posiciones. Al ser un sistema vigesimal, o sea, que considera el 20 como unidad básica para la cuenta, cada espacio que se avanza en el número representa 20 veces más que el espacio anterior. Esto se entiende mejor si lo comparamos con el sistema que usamos nosotros.El nuestro es un sistema decimal, o sea, que nuestra únidad básica de cuenta es el 10. Tenemos, por tanto, signos numéricos para contar del hasta 9. Si queremos contar más allá necesitamos jugar con las posiciones y colocar al menos dos signos numéricos, uno en primera posición y otro en segunda. La primera posición son las unidades y la segunda, como es un sistema decimal, representa 10 veces más que la primera, esto es las decenas. Así veinticinco nosotros lo escribimos 25 5 de unidades más 2 de unidades por 10 (2x10=20).Un maya haría lo siguiente. € ______ La raya ocupa la primera posición, que son unidades, y por tanto es 5. El punto ocupa la segunda posición que significa 20 veces más de las unidades. Por tanto un punto en segunda posición vale 20 (y dos puntos valdrían 40).
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